Nacida cerca de París, Francia, Nina comenzó su educación como estudiante en la prestigiosa ENS de Lyon, Francia, y completó varias pasantías de investigación, incluida una en el CEREGE, Francia (isótopos cosmogénicos) y otra en el MARUM, Alemania (geoquímica orgánica). Después de su doctorado en geociencias ambientales en el CEREGE/Universidad de Aix-Marsella, Francia (supervisada por Edouard Bard y Guillemette Ménot), trabajó como asistente de investigación postdoctoral en el Collège de France, Evolución del Clima y el Océano, CEREGE, Francia, bajo la supervisión de Edouard Bard. Más específicamente, Nina validó aún más algunos nuevos paleotermómetros orgánicos, que primero probó con el método analítico que desarrolló durante su doctorado. Actualmente trabaja en el ICTA-UAB como investigadora postdoctoral en el marco del proyecto PALADYN del European Research Council liderado por Antoni Rosell-Melé.
El desarrollo y la validación de indicadores paleoclimáticos y paleoambientales es útil no solo para comprender mejor el sistema climático, sino también para poner el calentamiento global actual en una perspectiva más amplia. A Nina le interesan los indicadores orgánicos, así como la paleoclimatología, el paleoambiente y la paleoceanografía. También está motivada para realizar desarrollos analíticos, análisis de isótopos de compuestos específicos, incluido el radiocarbono, y para estudiar muestras modernas como complementos de archivos climáticos.